Ensalada asada de pimiento verde, tomate y cebolla

La ensalada asada pertenece al recetario que nos legó mi abuela. Mi abuela poseía pocas recetas pero las que tenía las bordaba. Lástima que nunca las pusiera por escrito. Mi familia las ha ido redescubriendo con mucho trabajo empírico, no siempre coronado por el  éxito. La frase "está bueno, pero no es igual que la receta de la abuela" ha caído más de una vez como un jarro de agua fría, clara demostración que imitar sabores y recetas no es tan fácil como parece. Y es que no hay nada que se interiorice más que los sabores de la niñez. A partir de ahí, todo viene a ser una imitación más o menos lograda.
Según mi abuela las receta las fue obteniendo tanto de su Almería natal como de un largo periplo que tuvo que acometer para escapar de la guerra civil con largas estancias en Águilas (Murcia) y Fraga (Huesca) siguiendo el avance de las tropas franquistas (a pesar de que ella era republicana). Finalmente recaló en Barcelona donde las vecinas, llegadas también de los cuatro puntos cardinales de España, y el hecho de entrar al servicio de una familia judía procedente de Austria acabaron de perfilar lo que llamaríamos su recetario básico compuesto por platos almerienses, murcianos, aragoneses, catalanes, austriacos y hasta ashkenazíes. Toda colección, por incomprensible que parezca, siempre tiene una explicación.
Algún día os explicaré este viaje increible que duró tres años desde Garrucha, su pueblo, hasta el barrio del Carmelo en Barcelona en plena Guerra Civil. Durante el viaje, que hizo llevando en brazos a mi madre recién nacida, llegó a servir en la lavandería de las tropas italianas. Teniendo en cuenta que a su marido - mi a abuelo - lo fusilaron por rojo y sindicalista su capacidad de disimulo no era nada despreciable. Después de aquel viaje que imagino debió ser alucinante no se movió jamás de Barcelona, ni siquiera para visitar su pueblo natal.
Tenemos una idea aproximada de la procedencia de la mayoría de sus recetas excepto de esta que nos ocupa. No tenemos ni puñetera idea de dónde procede y también estamos seguros que no fue inventada por mi abuela. Parece una escalivada pero no lo es. En Cataluña no existe una receta similar que yo sepa. Por los productos que emplea podría ser una receta de Murcia, pero tampoco he encontrado una receta similar en dicha comunidad. Así que si alguno de vosotras/os esta ensalada le suena de algo, estaría muy agradecido si me dijera de dónde la pudo pillar mi abuela.

Lo que sí es cierto es que se trata de una ensalada deliciosa que crea auténtica adición. Os la recomiendo fervientemente.

INGREDIENTES (4 comensales) :
4 pimientos verdes grandes para asar
6 tomates maduros grandes
1 cebolla grande
Sal
Aceite virgen extra de oliva
Vinagre de vino tinto
Lo ideal es hacer las hortalizas al fuego de gas o bien en la barbacoa.  No os recomiendo hacerlas en  el horno porque no sabe igual. La gracia de esta ensalada es el gusto que marca en los pimientos verde y los tomates el fuego.
En primer lugar asamos los pimientos y los tomates hasta que queden blandos. Quitamos la piel y las semillas y los cortamos en cuadrados muy pequeños. Hacemos lo mismo con la cebolla cruda. Incorporamos sal y un buen chorro de aceite de oliva, mezclando bien todos los ingredientes. Añadimos una cucharada de vinagre y dejamos reposar en el frigorífico al menos unas seis horas. Se sirve muy fría dejando que el comensal se ponga el punto que desee de sal, aceite y vinagre.