Calabacín gratinado

Una receta muy sencilla que se prepara con suma facilidad.

INGREDIENTES (4 personas) 

3 calabacines grandes
Queso para gratinar (200 gramos)
Medio litro de leche
3 cucharadas de harina de trigo
Mantequilla
Aceite virgen extra
Nuez moscada
Sal

En primer lugar cortamos los calabacines sin pelar en rodajas de medio centímetro más o menos. Los salamos ligeramente y a continuación pasamos las rodajas brevemente por una sartén (un minuto lado y lado) con un poco de aceite de oliva para que saquen un poco de agua.

Retiramos y reservamos.

En una cazuela a fuego medio-bajo vertemos un par de cucharadas de mantequilla y cuando funde espolvoreamos la harina de trigo para que se fría. Cuando empieza a ponerse marrón añadimos la leche y trabajamos con las varillas para que no queden grumos. Cuando empieza a espesar retiramos del fuego y añadimos un pellizco de sal y otro de nuez moscada.

En una fuente plana grande que pueda ir al horno, previamente embadurnada con mantequilla,  introducimos las rodajas (no las apiléis) y vertéis por encima la salsa bechamel que hemos preparado. Seguidamente cubrimos con queso para gratinar (sed generosos) y lleváis al horno a 190 grados por espacio de 20 minutos. Luego dáis unos 5-6 minutos de gratinador hasta que se dore y listo para servir.

Están para chuparse los dedos y hasta los más reacios a los vegetales alabarán la receta.