Lo difícil que es elegir un nombre

Dice una leyenda urbana que los tatuadores chinos estaban hartos de que los clientes occidentales les pidieran tatuarse ideogramas sobre el cuerpo. Cuando les preguntaban qué signo querían inmortalizar en su piel la mayoría de las veces el cliente no tenía ni idea, así que el artista seguía su instinto. Así muchas veces grababan signos espirituales, de fuerza o poder pero otras veces se vengaban tatuando "soy gilipollas" para pasmo del cliente que no entendía por qué se reían de él cuando paseaba por las calles de Shangai o Little China.

Otras veces nuestros nombres de pila o los apellidos, trasladados a otro país tienen un sentido completamente diferente y hasta ofensivo. Recuerdo haber tratado con un francés llamado Michelle que trabajó durante muchos años en los Estados Unidos. Pues bien, allí se cambió el nombre a Mike porque el nombre Michelle es más bien femenino y si lo lleva un hombre pues tiene connotaciones homosexuales (si lo eres, no hay problema, pero si no puede llevarte a confusiones).

En otros casos los apellidos se asocian por casualidad en nuestros hijos y el señor Carlos Cordero se casa con la señora Julia Guisado con la que tiene un hijo que se llama Julio Cordero Guisado (ejemplifico un caso real).

También para las empresas conseguir un nombre representativo y que no esté registrado es a veces un dolor de cabeza, teniendo que recurrir a nombres extravagantes o en otro idioma. Las empresas de países de habla española suelen recurrir al inglés y las de habla inglesa, sobretodo en Norteamérica, a nombres españoles.
Pero hay veces en que el nombre elegido, si bien es representativo, puede presentar un segundo significado como en los siguientes ejemplos :



Una pizzeria norteamerica, de nombre sorprendente porque la palabra "herpes" tiene el mismo significado en inglés que en español


Un restaurante tibetano de Barcelona que evoca sin quererlo a una "pota"


Una tienda en Rumanía donde evidentemente su nombre no tiene significado alguno. Un malicioso turista español, evidentemente,  tomó la foto.


Un restaurante de Bilbao, donde el nombre invita a no entrar


Vulgar nombre para una restaurante búlgaro


Tan Dao Vien, no se sabe si antes de entrar o después de ver la cuenta. En París.


L'Arcada, referencia al paseo con arcadas que lo cobija pero también primo hermano del Potala, en este caso en Girona


En Italia, sin comentarios


Curioso nombre para una empresa del ramo de la alimentación, en este caso en Filipinas.